¿Influye el TDAH en la alimentación?

 

¿Qué características del TDAH influyen en la conducta alimentaria?




  • Impulsividad: Es un rasgo de la personalidad en el que hay una reacción rápida, inesperada y desmedida ante cualquier situación, debido a la dificultad para controlar los impulsos, tentaciones o deseos que sienten. Influye en la toma de decisiones alimentarias y puede generar mucha culpa después por haber sido una conducta inconsciente. Las conductas impulsivas pueden ser los descontroles, las purgas o compensaciones o la restricción después de un momento complicado.
  • Hiperactividad: Suele existir una excesiva movilidad corporal, con dificultad para estar en una misma posición durante mucho tiempo. El punto en el que más influye esta característica es cuando existe actividad física excesiva como medida compensatoria o compulsiva respecto a la imagen corporal, ya que hay una necesidad de moverse, por un lado, desde el TCA y, por otro, desde sus necesidades. También puede influir en las ingestas, si hay mucha hiperactividad y no pueden sentarse a comer durante 30’ porque no pueden estar quietos/as.
  • Inatención: Podemos encontrarnos que la persona con TDAH suele comer mientras hace otras cosas porque comer puede resultarles aburrido; en ocasiones, tanto que no se sientan. Otras conductas inatentas son olvidarse de comer si no han tenido un estímulo que se lo recuerde o no detectar la saciedad.
  • Hiperfocalización: Se refiere al hecho de mantener la atención de forma sostenida en una actividad concreta que le motive. Se mete tanto en la tarea, que no presta atención a todo lo que sucede a su alrededor ni a sus señales interoceptivas. Esto afecta negativamente en que pueden olvidar la hora de comer, beber agua, ir al baño… y se dan cuenta de todo cuando acaban esa tarea.
  • Disfunción ejecutiva: tienen dificultades para planificarse, establecer metas, tomar decisiones, organizar un espacio / un menú / exámenes… Esto se ve reflejado en que pueden abandonar proyectos u objetivos porque se abruman al no poder identificar los pasos a seguir o en la dificultad para llevar a cabo tareas de casa, de autocuidado.
  • Alteración en el procesamiento de estímulos sensoriales (desintegración sensorial): Lo explicamos de forma detallada en el anterior artículo. Puede ser con presentaciones, mayormente con texturas, que pueden amarlas u odiarlas.
  • Hiperfijación alimentaria: Las hiperfijaciones son obsesiones intensas que pueden durar días, semanas o meses. En este caso, se refiere a que se obsesionan con un alimento y lo comen / quieren comer a todas horas.
  • Sistema dopaminérgico y señales interoceptivas (hambre, saciedad y sed): En el caso de que no sientan el hambre, desde el TCA pueden vivirlo, por un lado, como que están comiendo por encima de sus necesidades o que no sería necesario comer tanto. Y, por otro lado, puede que sientan el hambre cuando ya es muy elevada y eso sea un desencadenante de descontroles. También puede ocurrir que tengan dificultades para notar la sensación de saciedad, sobre todo si están distraídas mientras comen.
  • Ciclos circadianos: En ocasiones hay una alteración de la melatonina (hormona del sueño que se segrega mientras duermes), haciendo que el descanso no sea adecuado. A nivel hormonal, en esta circunstancia se va a sentir menos saciedad y habrá una mayor preferencia por el azúcar y las grasas.

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